Pero empecemos por definir qué es un código QR (Quick Reponse bar code o código de barras de respuesta rápida), es un sistema de almacenamiento de información en una matriz de puntos o un código de barras bidimensional, creado por la compañía japonesa Danso Wave, subsidiaria de Toyota.
Las tarjetas de visita tradicionales muchas veces se meten en el bolsillo de una chaqueta, en un bolso y terminan por perderse. Si nuestro interlocutor tiene en su smartphone un lector de códigos como i-nigma (disponible gratuitamente para Iphone, Android y Blackberry ) podrá almacenar en un instante en su agenda nuestros datos personales.
Otro uso muy común es generar un código QR con un enlace a nuestra web e incluirlo en nuestros catálogos, carteles, bolsas, escaparates, productos y publicidad.
Una vez que nos hemos familiarizado con su uso, es muy posible que queramos seguir avanzando y para ello nada mejor que acudir a profesionales para que nos elaboren un plan de marketing, utilicen la creatividad y realicen los desarrollos necesarios, ya que lo más interesante de utilizar estos códigos
es poder analizar el retorno y saber si la acción ha tenido éxito o no.
Los códigos QR pueden incluirse en todos tipo de soportes, tanto tradicionales como en los medios sociales.
Podemos indicar a través de un QR el precio y las características de un producto, incluir cupones descuento, promociones específicas que estemos realizando, regalar a nuestros consumidores camisetas con nuestro código QR y evaluar la cantidad de personas que han entrado en nuestra web gracias a esta acción.
En los códigos también se pueden incluir vídeos, recurso muy útil para mostrar el piso que queremos vender, emitir un mensaje de bienvenida a los consumidores o, ¿por qué no?, felicitar la Navidad a nuestros clientes.
Si tenemos un restaurante, podemos incluir un código en la carta de la puerta del establecimiento, para que quien nos visite pueda realizar su reserva, ver cómo hemos elaborado un determinado plato, cómo montamos nuestras mesas, cómo se decora el local, recomendar un determinado vino para un plato concreto o añadir un juego para que los más pequeños estén entretenidos mientras llega los platos o sus padres disfrutan de la comida.
Pero también podemos emitir códigos QR para enviar a nuestros clientes. Renfe ya los utiliza cuando hacemos una compra de billetes por Internet, Iberia para sus tarjetas de embarque y las empresas que organizan eventos cuando un usuario se registra en el mismo, enviando a este un código de acceso al recinto.
Gracias a la experiencia que un día nos mostró Tesco (cadena de supermercados), en Barcelona han tomado ejemplo y se acaba de poner en marcha una acción muy interesante: en el metro se han montado unos paneles a modo de tienda donde se muestran numerosos productos con un código QR. En el tiempo de espera, los usuarios pueden comprar el producto simplemente utilizando su smartphone
Aunque los códigos QR que se están empleando hasta ahora son muy semejantes en su diseño, se puede realizar casi cualquier imagen que represente a nuestra compañía, solo hay que poner imaginación para seguir evolucionando.
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